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DALE LA VUELTA A LA SEROFOBIA
El estigma y la serofobia son los principales motivos para no hacerse la prueba, generar una falsa percepción de invulnerabilidad, asociando el VIH a determinados colectivos o poblaciones lo que genera un menor acceso al autocuidado de la salud sexual y en última instancia a diagnósticos tempranos.
En España se diagnosticaron en el año 2020, 1925 personas de las cuales el 46,8% presentaban un diagnóstico tardío (diagnósticos tardíos: personas que al ser diagnósticas tienen un recuento de CD4 por debajo de 350 células/ml o si presentan enfermedades definitorias de SIDA, es decir cuando ha pasado mucho tiempo de la infección y el nivel de defensas ha disminuido a niveles de inmunodepresión llevando a la aparición de enfermedades oportunistas).
Por ello, lanzamos la campaña “Dale la vuelta a la serofobia” con el objetivo de que rompas mitos y tabúes, tomes conciencia y actúes.
Seguramente en alguna ocasión te has planteado o te has escuchado diciendo alguna de estas frases. Te comentamos porque deberías cuestionártelo.
¿Cómo voy a tener VIH si tengo pareja estable?
Existen creencias, valores y normas sociales y culturales sobre el amor romántico que pueden poner en riesgo tus relaciones, tu sexualidad y tu salud sexual.
A menudo pensamos que tener pareja estable es un motivo suficiente para no cuidar de nuestra salud sexual. Sin embargo, ¿sabes cuándo fue la última vez que te hiciste la prueba? ¿y tu pareja? Si decides no utilizar condón con tu pareja, es importante realizarse pruebas al inicio de una relación y disponer de estrategias de cuidados como hacerse controles de salud sexual periódicamente o utilizar el preservativo si se tienen relaciones sexuales fuera de la pareja estable.
Los valores del amor romántico están enmarcados en relaciones de poder que nos sitúan en posiciones de privilegio u opresión en función de nuestra identidad de género, nuestra orientación sexual, edad, origen, estado de salud, etc.
Esto crea asimetrías de poder y supone una barrera en el acceso a la prueba rápida del VIH y, en última instancia, a nuestro bienestar en el ámbito de la sexualidad.
El amor romántico pone en riesgo tu salud sexual
Hay confianza, ¡Seguro que no lo “tiene”!
Todas las personas estamos a una práctica de riesgo de tener una transmisión de VIH, muchas veces los prejuicios en relación al VIH, el ideario social y el estigma asociado al VIH ha hecho que éste se asocie a grupos o poblaciones de riesgo, generando prejuicios y asociaciones erróneas entre VIH y clases sociales, esto difumina la percepción de riesgo y genera una falsa sensación de invulnerabilidad al VIH.
Los factores relacionales como la confianza o el tiempo que hace que conocemos a alguien, nos proporciona una sensación de comodidad que se refleja en ideas sobre la baja probabilidad de riesgo a pesar de que las prácticas en sí lo sean (falsa sensación de invulnerabilidad), por ello tenemos que entender que el VIH entiende de prácticas de riesgo y no de clase social, confianza o apariencia física.
El VIH sólo entiende de prácticas de riesgo y de realizarse la prueba. No de la confianza que tengas con la persona.
He tenido sexo con una trabajadora sexual y ahora estoy muerto de miedo.
Desde el prejuicio, se relaciona la probabilidad de transmisión del VIH con características que comparten la mayoría de trabajadoras sexuales que atendemos desde nuestros servicios y que tienen que ver con el estigma asociado a esta profesión: estar en situación administrativa irregular, no tener un trabajo estable o no tener unas buenas condiciones laborales, tener una trayectoria migratoria, proceder de América Latina, África o Europa del Este, no tener una vivienda estable, tener cargas familiares…
En nuestros asesoramientos y consultas vemos como se materializa el miedo al VIH ante una relación con una trabajadora sexual debido a este estigma y, en cambio, no se cuestionan prácticas con penetración anal o vaginal sin preservativo con una persona conocida.
Es importante saber que las trabajadoras sexuales son profesionales de la salud sexual y que, al utilizar su cuerpo y sus genitales para trabajar, tienen más conocimientos y más estrategias de cuidado de su salud sexual que la mayoría de personas: pruebas periódicas, citologías anuales, negociación del uso del preservativo, identificación de síntomas, etc..
El trabajo sexual no implica mayor probabilidad de tener VIH; esto depende de qué medidas de protección utilizas en tus prácticas sexuales con penetración.
Según datos de la agrupación prueba de vihda, sólo un 0,51% de las 200 mujeres cis que ejercen el trabajo sexual testadas dieron positivo en la prueba del VIH, frente a un 1, 6% en hombres heterosexuales.
El trabajo sexual no implica un menor cuidado de la salud sexual.
¿VIH? ¿Qué me estás contando? ¡si yo solo tengo sexo con tías!
Ser un hombre cis y tener relaciones heterosexuales no es un factor de protección, al contrario: los hombres heterosexuales muestran más dificultades para acceder a la prueba del VIH y menos controles rutinarios en su salud sexual. Según nuestros datos, del total de hombres heterosexuales atendidos el año 2021, más de la mitad era la primera vez que se hacían pruebas (frente a los hombres gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres que sólo en un 18% era su primera vez).
Esta baja percepción de riesgo y la poca realización de controles rutinarios en ITS genera un retraso en los diagnósticos en hombres heterosexuales. Según los datos de diagnóstico tardío en España, del total de hombres heterosexuales que dieron positivo durante el 2020, más de la mitad se diagnosticaron tarde, cuando su nivel de defensas estaba por debajo de 350 CD4.
Desde la agrupación prueba de Vihda diseñamos estrategias para acercarnos a personas de perfiles heterogéneos porque sabemos que la probabilidad de transmisión del VIH no tiene que ver con la orientación sexual; tiene que ver con las prácticas sexuales que haces y, sobre todo, las estrategias de protección que utilizas.
Así, el año 2021 se hicieron la prueba con nosotras un total de 4.683 personas, muy diversas entre ellas, con edades, orígenes, identidades y orientaciones sexuales distintas.
Tu orientación sexual no determina el riesgo de transmisión de VIH.
¿Pero de verdad que eso del VIH todavía existe?
La ausencia de mensajes claros y presentes de la realidad del VIH en los medios de comunicación, genera que no haya referentes actuales de personas con VIH y la creencia de que el VIH es cosa del pasado asociándose a como era la enfermedad en los primeros años de su aparición.
Si la sexualidad y el sexo todavía existe, también lo hace el VIH y otras ITS, de ahí la importancia de actualizarse sobre nuestra propia sexualidad, autocuidado y estar informadxs para poder disfrutar del sexo con placer y sin miedos.
En el 2020 en España se diagnosticaron 1925 personas de las cuales el 46,8% fueron diagnósticos tardíos por lo que pensar que el VIH es cosa del pasado nos aleja de la realidad del VIH hoy en día, invisibiliza a las personas con VIH y fomenta que las personas desconozcan recursos o la necesidad de realizarse la prueba.
Hoy en día, junto a la prevención, saberlo es lo más importante ya que gracias al tratamiento nos cuidamos y cuidamos a otras personas.
En el 2020 en España se diagnosticaron 1925 personas de las cuales el 46,8% fueron diagnósticos tardíos. En la agrupación prueba de VIHda se diagnosticaron en 2021, 72 personas.
¡Buahh! Que marrón… Yo prefiero no saberlo
Las personas seguimos manteniendo la desinformación y desconocemos aspectos básicos que inciden en el miedo social hacia el VIH. Además,al tener una práctica de riesgo o hablar de sexo sigue apareciendo culpa y vergüenza, lo que está a la base del estigma y la culpabilización.
Esto influye en la mirada que tenemos hacia el VIH, hacia nosotrxs mismxs y hacia nuestra sexualidad influyendo en el proceso de realizarse o no la prueba de VIH y el impacto emocional al recibir un diagnóstico (autoestigma).
Cuando hablamos de VIH, hablamos de estigma y de prejuicios lo que se traduce en MIEDO, también a realizarse la prueba de VIH ya que lo podríamos vivir más como un proceso de evaluación y juicio que como un proceso de autocuidado.
Rompe con esto y plantéate: ¿cómo vives tu sexualidad?, ¿te has cuestionado prejuicios y creencias?, ¿Tienes sexo?, ¿Lo disfrutas?… Información + Prevención + Toma de decisiones = Disfrute.
El estigma, la serofobia y el miedo a saber, son el principal obstáculo para cuidar tu salud sexual.
¿Te has encontrado alguna vez con estas frases o las has asumido como propias? ¿Ha cambiado tu mirada después de leer este blog?
Si es así hazte la prueba, comparte y difunde, La serofobia perjudica gravemente tu salud: Dale la vuelta a la serofobia.
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